Existen 3 tipos de espejos: el
espejo compacto, en el que solo ves tu cara y te olvidas del resto de tu cuerpo;
el espejo de botiquín, en el que te puedes ver hasta el pecho únicamente y el
espejo de cuerpo completo….
Ése es el que te pido que utilices para mirarte
detenidamente hoy.
Obsérvate, mira más allá de tu
cara y de tu cuerpo, observa tu alma, tu carácter, tu paciencia, tu grado de
empatía y hasta tus achaques…pero a esos hoy no les des importancia.
Identifica todos tus detalles, sin
compararte con nadie y sin buscar la luz
apropiada para asegurar tu mejor ángulo…
solo concéntrate en ti mismo.
Encuentra el ser humano
especial que eres. Eres único y tienes muchos aspectos positivos que te hacen
ser tú.
Esta es una oportunidad para
evaluarte minuciosamente y encontrar características que puedan ser
oportunidades que te permitan mercadearte a ti mismo, como persona, como
profesional y como experto en un área.
Evita exaltar tus dones a
costa de compararte con los menos privilegiados. Hoy se trata de ti.
¿Cómo deseas ser tratado por
los demás? Recuerda que como tú te tratas, así retratas. Lo que ves en ti mismo
es lo que proyectas a los demás y esa misma energía hará que te respeten y te
admiren.
El ser humilde no significa
que te subestimes y el celebrarte a ti mismo no te da permiso para ser
arrogante.
El balance perfecto de tu
imagen se trata de lo que pienses de ti
mismo, de celebrar tus características positivas y de trabajar con lo que
identifiques que debes mejorar.
Identifica tu marca personal,
Entre todas tus cualidades, ¿por cuál te gustaría que te recordaran? Tu mayor fanático eres tú mismo y así como te
valorices, te respetarán y te seguirán.
Piensa en ti como una obra de
arte y dedícale tu empeño para que sea lo mejor que hayas hecho y
celébrate. Date una palmada en tu propio
hombro y bríndate apoyo moral cada día y todos los días.
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